Ese fue un liberalismo glorioso, luchando, sufriendo, sacrificándose y por fin imponiéndose tanto en los concursos del saber y del pensar. Ese liberalismo es, el que reclama con derecho la justa admiración de las nuevas generaciones. En el campo del periodismo, esa revolución es obra viva de progreso y libertad. Una libertad de opinión, de pensamiento libre. Los periodistas pudieron analizar los problemas sociales sin censura.
C.M
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